
Escenario de la brutal represión de los moriscos sobre los cristianos en la sublevación de 1568, fue llamada desde entonces Plaza de los Mártires de la Alpujarra, después en el Siglo XIX, tras su remodelación, fue bautizada como del Progreso y en la actualidad se la conoce comúnmente como Plaza de Las Flores. El escritor Pedro Antonio de Alarcón en su libro de viajes La Alpujarra, nos dice: “en ella se iniciaba en invierno el paseo dominical hacia la ermita de San Antón entre la arboleda por el camino de Almería. Enfrente, el casino llamado de la unión, en activo funcionamiento entonces “tiene fama de excelente y está suscrito a dos periódicos, La Época y la Política, y en sus salones se dan con frecuencia bailes de sociedad”. El actual aspecto se debe a la remodelación realizada por el Ayuntamiento en 1841, que la elevó, la cubrió de árboles, la circundó y en su centro construyó una fuente de taza, que nos recuerda la de Bib Rambla o de la Alameda en Granada.