La Casa del Escribano Mayor de La Alpujarra, se dispone como un edificio de grandes dimensiones, con dos alturas, y torre mirador. Los vanos adintelados y recercados tienen en determinados casos rejas complejas en resalto. La portada adintelada se encuentra al sur, enmarcada por pilastras lisas con molduras superiores y entablamento sobre cartelas metálicas que soportan un gran balcón central. Sobre este balcón se encuentra el escudo de armas de López, enmarcado por medias pilastras molduradas y sobre este un potente tejaroz sobre canes soportado por cartelas metálicas. El espacio interior del edificio se organiza en torno a un patio central por el que se accede mediante un zaguán. Destaca el balcón mirador acristalado con tejaroz en la fachada de levante.
El escudo que encontramos en este edificio pertenece a los diseños heráldicos del siglo XVIII, por lo que parece indicar su pertenencia a Pedro López de Llaneses y no al escribano mayor de La Alpujarra, Don Pedro López. El escudo se presenta de medio punto acabado en punta, con bordura orlada con veintitrés aspas y cuartelado en cruz. En el centro del escudo dispone un rombo. El cuartel derecho del jefe dispone dos lobos con carneros en sus fauces. El cuartel izquierdo del jefe dispone castillo con tres almenas y lobo a su derecha. En el cuartel diestro de la punta dispone castillo con tres almenas. El cuartel siniestro de la punta se encuentra partido, disponiendo en el cantón derecho un águila explayada y en el cantón izquierdo ocho cruces floreteadas. En el timbre presenta yelmo de perfil a diestra, del que salen lambrequines, con burlete y penacho. Con divisa: ARMA D(e) LOPEz.
Como hemos comentado, Don Pedro López era escribano mayor de Las Alpujarras, propietario de esta casa antes de la rebelión de los moriscos de 1568. Pedro López se trasladó a Ugíjar hacia 1542 para ejercer como teniente del entonces escribano mayor Diego de Castro, al que acabaría sustituyendo dos años después. Los orígenes de Pedro López están vinculados a la familia de los Manuel de Illescas, en Toledo. Se mantuvo en el cargo durante casi 20 años, en el transcurso de los cuales consiguió acaparar grandes cotas de poder y riqueza.
Fue protagonista este edificio en la Guerra de Las Alpujarras, ya que los cristianos ante la sublevación se refugiaron en la Iglesia de Ntra. Sra. Virgen del Martirio y en dos torres, una de ellas era esta casa de Don Pedro López. El cronista de la Guerra de Granada, D. Luis del Mármol Carvajal, nos narra cómo los rebeldes rindieron las torres donde estaban refugiados los cristianos:
“los alzados fueron de noche a las casas, y horadando de unas en otras, porque no osaban descubrirse por las calles, por miedo de los arcabuceros de las torres, llegaron a casa de D. Pedro López, y entrando por ella, cercaron la torre, que era toda ella hecha de madera, y poniéndole fuego, quemaron el puente levadizo, y creció la llama tanto, que los de dentro querían dar a partido; y siendo admitidos, mientras descolgaban las mujeres con sogas, que no podían salir por puerta, que ocupaba el fuego, se quemaron casi todos los hombres, sin poderlos remediar”.
El escritor Ildefonso Falcones en su obra La Mano de Fátima escribe:
“el ejercito de Aben Humeya se encontraba acampado cuando llegaron. Ugíjar era un hervidero. El rey de Granada se instaló en la Casa que fuera de Pedro López, escribano mayor de las Alpujarras. El edificio albergaba una de las tres torres defensivas con las que contaba la población. Las torres estaban dispuestas en triangulo, y gran parte del ejercito se había diseminado por el interior”.
Este escrito describe esta casa:
“se trataba de un edificio señorial de dos pisos, encalado, con balcones de hierro forjado en la planta superior y techado con tejas a cuatro aguas”.
También nos narra cuando recibe a Hernando el protagonista de la novela en esta casa:
“Al final fue Aben Humeya quien, con una palmada, puso fin a música y baile y los hizo entrar. Miguel de Rojas, padre de la primera esposa del rey y acaudalado morisco de Ugíjar, varios de los principales de Ugíjar y algunos jefes monfíes, como el Partal, el Seniz o el Gorri, fijaron su atención en los dos hombres y el muchacho”.
 
Bibliografía
– Mármol Carvajal, Luis (1997). Historia del rebelion y castigo de los moriscos del Reyno de Granada.([Ed. facs.]). 1600.  Granada: Delegación Provincial de Cultura.
– Falcones de Sierra, Ildefonso (2009). La mano de Fátima. Grijalbo. España
– Cano Hila, Francisco José. Sobre los escudos heráldicos de Ugíjar.

Escudo de armas de López, en la Casa del Escribano Mayor de La Alpujarra