
De pequeñas dimensiones y de planta cuadrada con cubierta a dos aguas de teja árabe, se rodea de una zona ajardinada, formando parte de la antigua estrategia de santificación de caminos y accesos a núcleos urbanos. Su acceso se realiza a través de rampa doble y escalinata, con una puerta de hoja de duelas, con una pequeña ventana enrejada. La cubierta está rematada por una cruz de forja.